Matemática: del griego mathematiké, que significa “estudiosa” o “la ciencia por excelencia”. El término mathematikos alude al “amante del conocimiento”. Se relaciona con el estudio de las formas, transformaciones, espacios, relaciones, cantidades, magnitudes, dimensiones, movimientos, conjunciones, asociaciones, convergencias, métricas, posiciones, ubicaciones, proporciones, expansiones, contracciones, volúmenes, superficies, trayectorias y órbitas.

Visual: proviene del griego clásico ὀπτικός (optikós), que significa “relativo a la visión”. Este término abarca la percepción, la imaginación, las imágenes mentales, sus representaciones, realidades y referentes.

“La forma y disposición de los templos de la vida dependen de la euritmia visual, funcional y significativa; de sus sintagmas y métrica. Sus sapientes razones deben ser respetadas por quienes los idean y realizan”.
Marco Vitruvio
De Architectura, Libro II

La Matemática Visual (Lógos Ópticus), como señala Luca Pacioli, es el conocimiento y la facultad de la composición mesurada, de sublime proporción, aprendida y reflejo de la madre naturaleza (Mater e Magister). Este conocimiento se aplica a todo hábitat, interfaz e imagen.

La esencia de los sintagmas visuales radica en que son conceptos, visualizaciones y representaciones de Euritmia (armonía, belleza, eficiencia y significación). Estos incluyen polígonos, poliedros, espirales, cruces, meandros, estrellas, mándalas, helicoides, fractales y figuras booleanas. Tales elementos son propuestas de la memoria y la imaginación, esquemas estructurales concebidos para visualizar y diseñar obras, tanto magnas como íntimas.

A lo largo del tiempo, la Matemática Visual ha sido una fuente de iluminante información contenida en diversos soportes: tablillas de arcilla, piedras talladas, papiros, bambú, amate, seda, pergaminos y papel.

La Matemática Visual es un legado invaluable de culturas ancestrales y de apreciados e inolvidables demiurgos.