El 2063

El 2063

En los próximos cincuenta años, se esperan grandes desarrollos científicos y tecnológicos que ni siquiera imaginamos hoy en día, pero que ocurrirán de una manera acelerada. Se lograrán grandes avances en la medicina, para controlar los diversos tipos de cáncer en el ser humano y es muy probable que desaparezca el SIDA y las enfermedades degenerativas. No obstante, también aparecerán nuevos virus mutantes que ocasionarán enfermedades no conocidas por el hombre, algunos ocasionados por el contacto del hombre con sus mascotas o por traer al planeta materiales extraterrestres en naves exploratorias del espacio o por la entrada de aerolitos.
Se tendrán enormes avances en mecatrónica, nanotecnología, biotecnología, genética, física, biología, matemáticas y computación, así como en tecnologías de energía y en todos los otros campos de la ciencia y la tecnología así como en las nuevas disciplinas que se crearán en el futuro y que no nos imaginamos en este momento. El mundo reciclará mucho más sus productos y, para evitar daños al ambiente y a la salud de las personas, se tendrán normas mucho más estrictas sobre las emisiones contaminantes en el mundo, las cuales eventualmente disminuirán, aunque quizá un poco tarde, pues los daños al planeta ya serán irreversibles.

Se automatizarán y optimizarán los procesos de exploración, producción, refinación y petroquímica del petróleo, a tal grado que, mientras haya petróleo o no se le sustituya por productos manufacturados u otros insumos, se controlará específicamente cada molécula de petróleo en su procesamiento. Además, las técnicas de secuestro y almacenamiento del bióxido de carbono se perfeccionarán.

La gran mayoría de los aparatos electrodomésticos que tendremos en casa y en el trabajo ni siquiera aparecen en las películas de ciencia ficción actuales; lo que sí podemos imaginar es que serán cómodos, seguros y altamente eficientes. Es muy posible que el ambiente en el que nos desenvolvamos sea un mundo lleno de sensores, cámaras, supercomputadoras y robots y que las fuentes de energía estén mucho más distribuidas y sean mucho más diversas. Quizá hasta la producción de alimentos animales y vegetales sea más distribuida con los avances de la genética. Las lluvias pueden ser una gran oportunidad para captar agua y energía en las coladeras.

En la Ciudad de México es muy posible que los automóviles tengan extremidades que les surjan para saltar del quinto piso al tercero del Periférico, o simplemente para avanzar más en los lugares congestionados y los carros que vuelen todavía sean muy caros. También que debido a las grandes inundaciones que podrían ocurrir debido a los efectos del cambio climático los vehículos sean también anfibios.

La gran mayoría de estos desarrollos tecnológicos se generarán en los países desarrollados tecnológicamente, mientras que los profesionales de los países subdesarrollados (y el resto de la población) son y seguirán siendo en mayor número solamente observadores del desarrollo tecnológico y usuarios de las nuevas tecnologías. La gran velocidad con la que se llevarán a cabo esos desarrollos impedirá que este último grupo de países participe en su generación, pues únicamente comprarán los productos terminados. Desde luego que de vez en cuando existirán productos innovadores, originados en los países subdesarrollados, como ya ocurre, pero estos serán muy pocos en comparación con todos los que se generarán en las naciones desarrolladas.
La brecha en el avance de la ciencia y la tecnología ocasionará que los países ricos se hagan más poderosos y que los pobres empobrezcan más. En la actualidad existe poco margen hacia otro futuro en los próximos cincuenta años; los únicos países que podrán beneficiarse serán aquellos que ahora invierten inteligentemente en ciencia y tecnología, como Estados Unidos, China, Alemania, Japón y Brasil, aunque también debe esperarse que en los países subdesarrollados existan polos muy importantes de desarrollo político, social, económico y tecnológico, así como magnates con un gran poderío económico, tal y como sucede en la actualidad. Quizá en este futuro ya se pueda “comprar” y “programar” un alto índice intelectual, emocional y social para los hijos de los más adinerados.

Por otra parte, la sociedad estará cambiando; habrá nuevas carreras profesionales en el futuro, lo cual dependerá en gran medida del cambio de las actividades económicas, que a su vez dependerá mucho del avance de la ciencia y la tecnología. La mujer tendrá más oportunidades de progresar y de tener mejores posiciones y salarios en sus trabajos, porque tendrá cada vez más grados y posgrados universitarios; además, gozará de mayor poder político, al acceder a mejores puestos en oficinas públicas. Desde luego que mientras en algunos países sus oportunidades y derechos ya son casi iguales a los de los hombres, en otros, como en los países de Medio Oriente, están muy lejos de ser realidad. En nuestro propio país aún existen lugares en donde la mujer tiene que hacer grandes progresos hacia la igualdad de oportunidades y derechos. En los próximos 50 años, todavía existirá discriminación por el color de la piel, el sexo, la tendencia sexual, la religión, la condición física, la nacionalidad, etcétera; aunque se esperaría que con el paso de los años disminuya. El propio concepto de familia —como lo conocemos ahora— estará cambiando, así como los roles en la familia del hombre, la mujer y los hijos.

En cuanto a la enseñanza, también las universidades públicas necesitarán destacar en los próximos cincuenta años para formar mejor a los jóvenes y lograr una sociedad altamente habilitada en materia tecnológica, más allá de la sociedad del conocimiento; porque de lo contrario, pocas universidades nacionales de clase mundial podrían ser financiadas parcialmente por nuestros gobiernos, a pesar de que en el futuro previsible, estas instituciones podrían contribuir a mejorar nuestra sociedad, aún en tiempos tan violentos como los que vivimos actualmente en el país. Lo cierto es que si una universidad pública no se prepara en este momento para instruir al personal profesional y técnico en las carreras del futuro, no tendrá oportunidad de sobrevivir por mucho tiempo, sobre todo si se toman en cuenta las amenazas de privatización que estamos observando en otros países y en el nuestro. Por tanto, la supervivencia de las universidades públicas nacionales dependerá en gran medida de la certeza de las acciones de cada una de ellas para servir a la sociedad y esto a su vez del prestigio, conocimientos, talento, honestidad y respeto a las leyes nacionales, así como del acatamiento de las propias leyes universitarias, del liderazgo en debates abiertos y honestos sobre el futuro de las instituciones nacionales, así como de la visión de los líderes universitarios que las dirijan en los siguientes años. Ni siquiera la Universidad Nacional Autónoma de México tiene un futuro asegurado.

La alta probabilidad del cambio climático aunada a la devastación de los recursos naturales, las pugnas por el petróleo, el agua y otros recursos naturales provocarán conflictos en el ámbito mundial que cambiarán geográficamente el mundo, tal y como lo conocemos ahora. Quizá existan obras ingenieriles monumentales de geoingeniería, como granjas de energía entre la tierra y la luna y hasta puentes muy largos para unir las poblaciones de los estados que podrían convertirse en archipiélagos como es el Estado de Tabasco.

La lucha por la hegemonía mundial entre China, Estados Unidos, Rusia y otros países de Europa pueden desencadenar ciberterrorismo, nanoterrorismo y bioterrorismo así como mini-guerras y micro-guerras limitadas y programadas. Quizá existan nuevos conceptos de guerras, como guerras nucleares especiales, nanotecnológicas, cibernéticas, sexuales y psicológicas. Todas ellas controladas y acordadas para desarrollarse en algunos lugares especiales de la tierra y el espacio, con el fin de que los países más poderosos muestren su poder de destrucción; como si las amenazas naturales del espacio y del descuido del medio ambiente no fueran suficientes para mermar la calidad de vida en la tierra. Estos conflictos podrían llevar a que Estados Unidos, México o Canadá se desmiembren; por ejemplo, que los Estados del Sur de Estados Unidos se conviertan en otro país, muy rico por incluir lo que es ahora California y Texas.
Las guerras continuarán como un mecanismo para acelerar el poderío económico de algunos países y mermar el de otros, así como también para reducir el crecimiento demográfico.
Muchos de los desarrollos de ciencia y tecnología harán que nuestro mundo sea cada vez más virtual, cada vez con menos interacciones cara a cara, pero con más interacciones virtuales que induzcan sensaciones y sentimientos muy reales. Si seguimos así, quizá el hombre en un futuro muy lejano, será solamente cerebro y si es solamente cerebro, podría ser reducido únicamente a un conjunto de señales eléctricas y nada más; en este caso el hombre sería inmortal. Pero para entonces, ¿qué significado tendrá la frase de Publio Terencio Africano de “Hombre soy, nada humano me es ajeno”? o la de Aristóteles de que el hombre es un “animal político” o la de “Polvo eres y en polvo te convertirás”. Aunque podrían tener significado, porque para entonces quizá las religiones también cambien y las actuales sean simplemente una serie de mitos y leyendas. Si el hombre sufre en el futuro esa tecnomorfosis extrema, generada por él mismo, ¿cuál será el concepto de conciencia y de alma? ¿Ese “hombre” será capaz de tener celos? ¿Cuántas palabras relacionadas al amor, al odio, a la envidia, a la ira, a la gula, a la mentira y a la lujuria desaparecerán del diccionario? ¿Y a su conjunto le llamaríamos sociedad humana o simplemente un grupo de circuitos eléctricos bien conectado? Quizá en el futuro será el ser trans-humano el que domine la tierra, ¿será una tercera parte hombre, otra coyote y otra avión?
A pesar de que en el futuro tendremos eventos que el día de hoy parecen altamente improbables, la realidad en el año 2063 la estamos generando hoy.

Hoy 17 de diciembre de 2063 La Universidad Autónoma Metropolitana inicia las jornadas de Conmemoración de los noventa años del Decreto de su Ley Orgánica, como Institución de Educación Publica Prospectiva.

Programa
▪ El Sistema de Museos Virtuales UAM Azc.
Inaugura El Museo Ciberexistencia de Pablo Picasso 2013- 2063 Experiencias Cognitivas multisensoriales a través de la interacción de Mega Hologramas Sinestésicos Habitables.
▪ La Coordinación de Cibercultura Invita hoy día al Concierto de La Orquesta Sintónica Digital de la UAM y la Compañía de Danza Virtual de la UAM, con el estreno global de la obra Avizorando el Porvenir…

Profesor-Investigador Nicolás Domínguez Vergara Dr.
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco División de Ciencias Basicas e Ingeniería, Departamento de Sistemas
24 de noviembre de 2013

EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DECRETA:
LEY ORGÁNICA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA *
* Publicada en el Diario Oficial de la Federación el día 17 de diciembre de 1973
http://www.uam.mx/legislacion/2013_abril/LO_legislacion_abril_2013/lo/assets/basic-html/page1.html

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