ARTES VISUALES DEL EGIPTO ANCESTRAL

ARTES VISUALES DEL EGIPTO ANCESTRAL

El universo iconográfico egipcio es la expansión del continuo intuición/percepción, conocimiento/cosmovisión. Los autores del periodo faraónico son imaginativos intérpretes, inspirados visualizadores y profusos perceptualizadores de la temporalidad existencial y de su trascendencia.

En el devenir de 4000 años anteriores a nuestra era, en el norte del continente africano, emigrantes semíticos y nubios se establecen en los márgenes del río Nilo, en el Kemet —tierra negra y fértil— para crear en el horizonte histórico una de las civilizaciones cumbres del ingenio humano.

El río Nilo, axis mundi horizontal de extensos reflejos bilaterales, río de suntuosa majestad, proveniente del lago tropical Nam Lolwe en el centro del continente africano, fluye hacia el norte y, de su fusión con el mar Mediterráneo, se forma el pródigo delta, histórico y legendario, en el que devendría la civilización egipcia: convertida en crisol de conocimientos, basamento y faro de disciplinas y destrezas; fue la aceptada tutora de las culturas de Occidente en varias épocas.

Los paraísos proyectados del Egipto ancestral son espacios habitables, edificaciones religiosas, gubernamentales y votivas, signadas por la iconografía continua del arte visual del Egipto dinástico, conocido, venerado e imitado en la temporalidad eterna; posteridad que logra converger en imágenes visuales monumentales, inmersas en sensuales y centellantes policromías (pictogramas, jeroglíficos, relieves y esculturas tridimensionales).

Avezada iconogénesis, ejercida por milenios, se manifestó a través de sintagmas de continuidad enlazados por algoritmos de perceptualización y esquemas estructurales modelados y modulados en áureas proporciones.

Esculturas de permanencia promisoria, ascendencia continua, sin declinación por la acentuada sapiencia expresiva de cenit caudaloso.

Su presencia ascendente en el océano de eternidad celeste, su trascendencia trazada por la métrica de destinos, fue la era de la memoria magnificada por vectores de veracidad, por volúmenes etéreos en los horizontes de otredad, orígenes y devenir, ser y estar de proezas.

Los dignificados relieves son recipientes de signos lúcidos, continentes de augurios, concentración de conjunciones propiciatorias.

Los obeliscos definen las sendas cósmicas, la cronología de sublimaciones fluyendo al infinito; los demiurgos faraónicos procuraron gallardamente la conversión diáfana y la fusión ancestral de las efigies de su autoría, magnas obras de impensable e invisible decadencia.

Los ancestrales egipcios fueron cultores y mentores de iconografías divinizadas, de cosmometría, de astronomía y agrimensura.

Edificadores de oasis de la inteligencia, de dioramas de disertaciones filosóficas, de agronomía, hidráulica, medicina, avicultura, ganadería, edificatoria, escultura, escritura, herbolaria y de toda matemática visual.

 

 

 

Roberto Real de León     Julia Vargas Rubio     Marco Antonio Flores Enríquez

Estudio de ArquéPoética y Visualística Prospectiva

                           Departamento de Investigación y Conocimiento del Diseño

División de Ciencias y Artes para el Diseño

Universidad Autónoma Metropolitana

https://sistemademuseosvirtuales.wordpress.com

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